Lo que tenía pendiente

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La casa está inmaculada, la mesa se pone cada vez más creativa, las emociones varían, los proyectos se aguantan, los días se alargan. Pauso y me pregunto si será cierto eso de que uno debe hacer todo lo que tenía pendiente. 

Todos nos identificamos al 100 con esa señora que dice que se encontró todas las botellas y las terminó. La semana pasada no encontraba más que ser e identificarme con la señora. Me di el espacio para no hacer nada (y para hornear). Para estar triste… o no. He descubierto que hacer bizcochos es terapéutico. He tenido unos días lindos, otros bastante dark - estoy segura de que todos pasamos por esta montaña rusa. Me ha dado hasta asma. Estaba en denial de hacer ejercicios. Estaba en denial de hacer este blog. Siempre escribo, pero nunca publico. 

He querido lanzar un blog desde siempre pero las tantas razones para no hacerlo me ganaban, sobre todo la preocupación de ser consistente. Consistente es una cualidad que se me hace difícil sostener - pero este es otro post. Yo soy artista, una artista frustrada pues tuve que ingeniármelas para hacer una carrera sin dejar de ser creativa. Otro post. Pero esa es la razón por la cual pienso que no le podré dar continuidad a tener un blog formal, maybe sí. Quién sabe. Mi querida Susanne Ramírez de Arellano me dice “What writer is consistent? None of us are. We are creatives and creatives must flow. Just write from the heart and the ovaries. That is how I write!” 

Los más importante es intentarlo (igual que los ejercicios). Así que aquí le estoy dando una oportunidad. En medio de este caos. Voy a escribir un poco de todo. Pensamientos sobre el mundo actual, momentos importantes, gente linda, viajes, reviews, recetas, moda, etc. Ese es el plan. Aquí voy. Espero que les guste y les ayude a sobrellevar este momento. A mi, ya me está ayudando. 🙃

Susanne, Gracias por darme el empujón que necesitaba.